domingo, 26 de octubre de 2008

Ut placeat Deo et hominibus

Tras un periodo de ausencia, algo que quizá comenzará a ser frecuente a partir de ahora, reaparezco por mi blog con idea de mostraros una de las zonas más desconocidas del románico peninsular: la provincia de Cáceres.

Pese a la casi inexistente divulgación del patrimonio románico cacereño, éste contiene un indudable exotismo que lo hace extremadamente peculiar e interesante. Sin ánimo de hacer un inventario o un análisis exhaustivo, mi intención no va más allá de mostraros algunos de esos elementos sorprendentes que esconden algunas localidades extremeñas como Jaraíz de la Vera, Trujillo y Plasencia.

Cimborrio románico de la catedral de Sta. María, Plasencia (Cáceres)

Quizá la principal "culpable" de la peculiaridad del románico de esta zona sea la tardía conquista cristiana, efectuada entre los últimos años del siglo XII y las primeras décadas del XIII. De ahí en adelante, toda la zona crecerá bajo el influjo de la floreciente diócesis placentina, erigida canónicamente en 1189 por el papa Clemente III en tiempos de Alfonso VIII ut placeat Deo et hominibus (para agradar a Dios y a los hombres).

A partir del siglo XIII comenzarán las obras de construcción de la catedral de Sta. María, de la que hoy se conservan cuatro de los tramos de sus tres naves. Del mismo modo, perdura aún la portada occidental, plagada de curiosas figuras y con el espacio entre fustes decorado con puntas de diamante (algo que se repite en otras iglesias de Plasencia o en la de Jaraíz de la Vera). De cualquier modo, quizá lo más interesante del templo sea la antigua sala capitular, rematada con el ejemplar menos conocido de los denominados "cimborrios del Duero", obra atribuida a Gil de Císlar. En cualquier caso, sobre el primitivo templo románico cayó una sentencia de muerte a finales del siglo XV que sólo fue efectuada parcialmente: media catedral es románica y media renacentista, lo que dota al conjunto de una estampa aún más sorprendente.

Otras muchas iglesias placentinas, de cronología similar, bien merecerían un rincón en este blog, pero eso lo dejo para otro día.

Capiteles de la portada sur de la iglesia de Sta. María, Jaraíz de la Vera (Cáceres)

Sí que quiero traer a colación la parroquial de Jaraíz de la Vera, que conserva aún una portada de claro gusto románico, aunque levantada en época muy tardía (quizá ya en el siglo XIV). El arco ya es apuntado, y los capiteles mezclan la figuración románica (animales afrontados o grandes mascarones) con una vegetación y unos elementos claramente góticos. También las iglesias de Hoyos y Alcántara conservan algún resto románico.

Torre románica de la iglesia de Sta. María la Mayor, Trujillo (Cáceres)

Por último, me gustaría terminar este breve viaje en Trujillo. La iglesia de Sta. María la Mayor, de los siglos XV y XVI, aún muestra una bellísima torre románica construida tras la reconquista de la ciudad, bien avanzado el siglo XIII: la llamada "Torre Julia", pues existe la hipóstesis de que fue erigida sobre un antiguo monumento romano dedicado a Julio César. Su esbelta estampa se ve acentuada con el crecimiento progresivo del número de vanos según aumenta la altura. Sin embargo, el que aquí escribe ha de confesar algo: el actual campanario no es sino una reciente reconstrucción realizada a partir de antiguas fotografías y grabados, pues el original fue tristemente derribado en 1871.